Para el desarrollo de un estudio se necesitan datos, estos datos provienen de mediciones que pueden estar planificadas por el investigador y por tanto contar con el control de los sesgos de medición (datos primarios); y en otros casos los datos provienen de mediciones donde el investigador no participó (datos secundarios).
En cualquier caso, los estudios requieren de datos, y en todos los casos estos provienen de una medición. Para obtener un valor final de medición, se requiere de un instrumento de medición, que muchas veces es confundido con otro tipo de material, como con un instrumento quirúrgico.
Los instrumentos de medición miden (aunque suene redundante), si un instrumento requerido para la investigación, no entrega un valor final de medición, entonces no es un instrumento de medición, un instrumento quirúrgico es necesario para la investigación, pero no mide nada.
Por lo que, no debemos confundir a los instrumentos de medición, con los materiales de verificación, por ejemplo, una placa radiográfica es un material de verificación, se requiere para el estudio. Pero no mide nada por sí misma, tampoco confundir a los instrumentos de medición, con los recursos, una pinza quirúrgica, se requiere para el estudio, pero tampoco mide nada.
Los estudios que requieren instrumentos, son aquellos que planean hacer mediciones, dicho de otro modo, los datos que se requieren para completar el estudio, aún no han sido registrados o recolectados, en ese sentido para poder hacer estas mediciones, se van a requerir de instrumentos para medir las variables en las unidades de estudio.
Por otro lado, si los datos necesarios para el desarrollo del estudio, ya están registrados o ya han sido recogidos, se puede llevar a cabo el estudio con estos datos, siempre que su precisión y exactitud, estén dentro de los alcances y limitaciones que, el investigador está dispuesto a aceptar, claramente se trata de un estudio retrospectivo.
Los estudios retrospectivos, se desarrollan con datos de tipo secundario, esto significa que las variables en las unidades de estudio, ya han sido medidas, los datos residen en archivos, registros, padrones, planillas, etc., que pueden ser copiados por el investigador, por lo tanto, ya no se necesita hacer mediciones, de manera que no se requiere de instrumentos.
Únicamente los estudios prospectivos requieren del uso de los instrumentos de medición por parte del investigador, en su planteamiento no solo tendrá que elegir el instrumento más adecuado, si no también asegurarse de su calibración y de la estrategia de aplicación, todo lo cual debe estar desarrollado en su proyecto o protocolo.
Mientras que los estudios retrospectivos, al no necesitar el uso de instrumentos, únicamente requieren que el investigador, haga referencia a los instrumentos que se usaron para su medición, no requieren de presentación ni de validación de instrumentos, habrá ocasiones incluso donde no se conozca el instrumento con el que se produjo el dato.
Los tipos de instrumentos de medición, esencialmente son dos: los mecánicos y los documentales, los mecánicos se utilizan para la medición de variables objetivas correspondientes a magnitudes físicas, mientras que los documentales se utilizan para la medición de variables subjetivas correspondientes a magnitudes lógicas.
Son magnitudes físicas: la longitud, la masa, el tiempo y la temperatura, que se convierten en variables como: la talla, el peso, la edad y la temperatura corporal, y para su medición se requiere de un tallímetro, una balanza, un cronómetro y un termómetro respectivamente, claramente se trata de instrumentos mecánicos.
Son magnitudes lógicas: la inteligencia, el clima laboral, el rendimiento académico y la satisfacción del usuario, son características que, nos permiten diferenciar a un individuo de otro, son propiedades que se supone que poseen las unidades de estudio, no existen instrumentos mecánicos para su medición, se miden con instrumentos lógicos o documentales.
Los instrumentos documentales son de tres tipos: el cuestionario que luego de su aplicación, nos entrega una variable categórica dicotómica como aprobado y desaprobado, la escala, que luego de su aplicación, nos entrega una variable categórica ordinal como: bueno, regular y malo, y el inventario que luego de su aplicación, nos entrega una variable politómica.
La construcción y validación de los instrumentos documentales, corresponde a un diseño de investigación, por lo que cada instrumento se construye y valida de una forma distinta, sin embargo, es posible agrupar esta tarea, en la creación y validación para cuestionarios, escalas e inventarios en virtud de que sus valores finales de medición son distintos.
1. El cuestionario
Es por ejemplo un examen de conocimientos, de esos que planteamos a los estudiantes, para evaluar su rendimiento académico, lo convencional, lo que casi siempre se hace, es escribir veinte preguntas cerradas, con cinco alternativas, donde solamente una de ellas es la correcta, y el alumno ganará un punto por cada respuesta acertada.
Así, el alumno puede obtener un puntaje que va: de cero a veinte y se establece que, si obtiene once puntos o más, se considera aprobado, caso contrario será calificado como desaprobado, obteniendo una variable categórica dicotómica, no solo para el resultado de cada pregunta (correcta-incorrecta) sino también para el resultado final (aprobado-desaprobado).
El cuestionario no es una guía de entrevista, si bien la guía de entrevista también puede estar conformada por un conjunto de preguntas, la diferencia está en que, la guía de entrevista tiene que ser aplicada necesariamente por el investigador, en cambio, el cuestionario puede y normalmente es aplicado por personal de apoyo debidamente entrenado.
El cuestionario no es un tipo de estudio. En el enunciado: “Aplicación de un cuestionario para evaluar el nivel de conocimiento sobre bioseguridad”, equivale a decir “Aplicación de una balanza para medir el peso de un grupo de niños”. El cuestionario es un instrumento de medición y en el enunciado del estudio no debe aparecer el instrumento.
El cuestionario no es una técnica de recolección de datos, la técnica mediante la cual habitualmente se aplica el cuestionario, se denomina encuesta, en cuyo caso se requiere por lo menos de la validez de contenido, también es posible aplicar el cuestionario mediante la psicometría en cuyo caso el cuestionario debe estar plenamente validado.
Tipos de preguntas en un cuestionario.
Las preguntas cerradas son aquellas que permiten elegir solamente entre alguna de sus alternativas y no hay más opciones de respuesta. Por ejemplo, a la pregunta: ¿Cuál es tu género o sexo? Las alternativas obligatorias son: masculino y femenino; en este caso las opciones son dicotómicas.
Las preguntas cerradas, pueden generar variables politómicas, por ejemplo, a la pregunta ¿A qué campo del conocimiento pertenece tu profesión? las alternativas son: ciencias de la salud, ciencias sociales e ingenierías, en este ejemplo, no hay una opción correcta solo es un clasificador, es el tipo de pregunta más común en los cuestionarios.
Las preguntas semicerradas son aquellas que cuentan con algunas alternativas para elegir, pero también tienen la opción de escribir una respuesta que no se encuentra en el listado preliminar; son típicamente las preguntas que incluyen la alternativa “otros”, la cual generará tantas categorías como alternativas nuevas aparezcan en las respuestas.
Las preguntas abiertas son aquellas donde no se incluyen alternativas de respuesta; es decir, el evaluado tiene gran cantidad de posibilidades de respuesta, por ejemplo: ¿Cuál software estadístico es tu preferido? Las respuestas pueden incluir a los softwares: SPSS, Minitab, Statgraphics, etc., e incluso la respuesta “ninguno”.
Las preguntas que generan respuestas no excluyentes, donde es posible elegir más de una alternativa, por ejemplo: ¿Qué servidor de correo electrónico utilizas? Alternativas: Hotmail, Gmail, Outlook, etc., si tienes más de un correo electrónico evidentemente marcarás más de una respuesta, por eso decimos que sus categorías o sus respuestas son “no excluyentes”.
2. La escala
Son típicamente utilizadas para evaluar las actitudes de las personas, por ejemplo: evalúan el grado de acuerdo o desacuerdo sobre un determinado concepto, contienen una serie de enunciados que luego de ser calificados, la calificación total nos indica la dirección y la intensidad de la actitud del individuo hacia el constructo medido.
Las escalas, al igual que los cuestionarios, pueden ser unidimensionales o multidimensionales; un ejemplo de escala unidimensional, es: la escala visual análoga, para medir la intensidad del dolor, consiste en mostrarle al paciente una regla de 10 cm, para que nos indique cual es la intensidad de su dolor: 0 significa la ausencia del dolor, y 10 una intensidad intolerable.
El resultado es una variable ordinal y no puede ser utilizada para realizar métricas; si Pedro tiene un dolor de 10, no significa que tenga el doble del dolor de Pablo quién presenta un dolor de 5; lo único que podemos asegurar es que en un mismo paciente si ayer presentaba un dolor de 5 y el día de hoy presenta un dolor de 3, hoy le duele menos que ayer.
Sin embargo, las escalas, por lo general, son multidimensionales, esto es porque la medición de las variables subjetivas con una sola dimensión es muy inestable, la inclusión de múltiples dimensiones para su medición hace que sus resultados sean repetibles y reproducibles, condiciones necesarias para que las conclusiones del estudio sean generalizables.
La escala de tipo Likert
Es quizás la escala más difundida o más conocida, está compuesta por un conjunto de ítems o reactivos, donde todos y cada uno de ellos tienen el mismo peso a la hora de realizar la suma total, por lo tanto, esta escala considera la igualdad de las distancias entre las unidades de la escala.
La escala de Likert sirve para medir el grado de aceptación, en un grupo de personas, por ejemplo ¿Consideras que la pelea de toros es un maltrato animal? Las alternativas son: completamente de acuerdo, de acuerdo, indiferente, en desacuerdo y completamente en desacuerdo, midiendo así el grado de acuerdo o aceptación de una cuestión.
La escala de Likert sirve para medir la satisfacción del cliente respecto de un servicio prestado, por ejemplo ¿Qué tan satisfecho estas con el servicio prestado por la biblioteca de la universidad? Las alternativas son: muy satisfecho, algo satisfecho, indiferente, algo insatisfecho y muy insatisfecho, evaluando así el grado de satisfacción de los usuarios.
La escala de Likert sirve para medir el grado de necesidad que una persona reconoce en sí misma, por ejemplo ¿Cuánto cree necesitar de estudiar estadística aplicada a la investigación científica? las alternativas son: si lo necesito, creo que lo necesito, no estoy seguro, creo que no lo necesito, no lo necesito, marcando el grado de necesidad del evaluado.
La escala de Likert sirve para medir la percepción de la duración de un proceso, por ejemplo: ¿Cuan extenso te pareció la duración de la conferencia? Las alternativas son: muy extenso, algo extenso, duración ideal, algo corto y muy corto, con lo que se llega a conocer la percepción de los participantes sometidos a un proceso de intervención educativa.
La escala de Likert sirve para medir la intensidad de la intervención de un proceso, por ejemplo: ¿Cuan profundo te pareció el desarrollo de los contenidos del curso? Las alternativas son: muy profundo, algo profundo, profundidad media, algo superficial, muy superficial, con lo que se llega a conocer la percepción de la intensidad de la intervención educativa.
3. El inventario
Es, por ejemplo, un test de orientación vocacional, que luego de aplicarse a un adolescente, puede resultar que el adolescente evaluado tenga aptitudes para la medicina, la minería, el derecho o la literatura; ninguno de estos resultados es correcto o incorrecto, tampoco alguno de los resultados es mejor que el otro.
El inventario es un instrumento siempre multidimensional, porque el resultado final es la selección de una de sus dimensiones; el valor final que se obtiene de aplicar un inventario, es una variable nominal politómica, no hay un resultado mejor o peor, no hay aprobados ni desaprobados, no hay aquellos que tengan una capacidad o aquellos que carezcan de ella.
Luego de aplicar el inventario obtenemos como resultado una variable politómica, cada una de sus categorías o cada uno de sus resultados representa una dimensión, por eso, el inventario siempre es multidimensional y cada una de sus dimensiones incluso puede estar compuesta por un cuestionario o una escala.
El test de las inteligencias múltiples
Es un inventario, porque los resultados de su evaluación son inteligencia: lingüística, lógico matemática, musical, naturalista, etc.; en este planteamiento no hay ningún individuo que carezca de inteligencia, todos son encasillados en alguna de las categorías que conforman los valores finales de la variable: inteligencias múltiples.
Cada una de las dimensiones de los inventarios, son un instrumento por sí mismos, incluso podrían aplicarse por separado y dar resultados dicotómicos como tener o no tener inteligencia musical, aprobar o no, un examen de matemáticas, por ello, podemos decir que el inventario está compuesto por cuestionarios y o escalas.
El test de orientación vocacional.
La intención de esta evaluación es poder clasificar a los evaluados en alguna de las actividades profesionales; donde si bien los resultados pueden entregar más de una alternativa, una de ellas será la de mayor preponderancia, son los valores finales de medición con los que se construye una variable categórica politómica.
El test de orientación vocacional es un clasificador, desde el punto de vista estadístico, se puede decir que es una técnica de agrupamiento, en categorías previamente definidas, donde cada uno de los evaluados, finalmente coincide con alguno de estos resultados finales, esta técnica también puede aplicarse a otras necesidades de clasificación.
Los inventarios, mientras más complejos, son más difíciles de calificar, porque son multidireccionales, es que cada dimensión puede tener su propia direccionalidad, de manera que habrá que calificar cada dimensión por separado y establecer una regla de decisión para ponderar cada una de las dimensiones.
Sin embargo, con la llegada de la era de la informática a la evaluación de las variables subjetivas, los inventarios son cada vez más comunes, incluso los autores escriben sus propios algoritmos para calificar el resultado del inventario, como es el caso del Inventario de Actividad Física Habitual para Adolescentes, IAFHA de Antonio Velandrino.
El IAFHA cuenta con un algoritmo escrito por su propio autor en un archivo sintaxis para el programa estadístico SPSS, donde no solamente es calificado el instrumento, sino que además entrega gráficas y otros complementos, el uso de los programas estadísticos resuelve la complejidad del procesamiento de datos y la entrega de resultados.